Afrontar la frontera

 

Afrontar las fronteras

 

La palabra frontera viene del latín frons, frontis, que significa frente, semblante, fachada. Etimológicamente, una frontera es tanto una barrera que encontramos de frente como la parte frontal de una construcción.

 

Este doble sentido nos da pie a pensar la situación de las fronteras en nuestro tiempo. ¿Podría ser que, paradójicamente, los estados occidentales estén dejando el problema de las fronteras en un plano marginal, trasero, para mantener sus fachadas de progreso y bienestar? ¿Qué hay detrás de lo que hay delante? ¿Le estamos dando la espalda a lo que, por etimología, pide darle la frente? Los libros que aquí agrupamos alimentan la reflexión sobre todos estos interrogantes.