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«Delantre del kantar de Izak Katsenelson kada lektor i lektor no puede fazer ninguna koza otra sino kedarse rebolteado i reverente. No tyene parigual kon ningun ovra en la estorya de la literatura entera: es la boz de un muryente, uno entre syentenas de milaryas de muryentes, konsyente, de modo atroche, de su destino singolar i del destino de su puevlo». Primo Levi
«Ante el cantar de Itsjok Katzenelson al lector no le queda otra alternativa que detenerse turbado, respetuoso. No hay una obra comparable a ésta en toda la historia de la literatura: es la voz del muriente, entre los cientos de miles que van a morir, atrozmente consciente de su destino singular y del destino de su pueblo». Primo Levi
«Delantre del kantar de Izak Katsenelson kada lektor i lektor no puede fazer ninguna koza otra sino kedarse rebolteado i reverente. No tyene parigual kon ningun ovra en la estorya de la literatura entera: es la boz de un muryente, uno entre syentenas de milaryas de muryentes, konsyente, de modo atroche, de su destino singolar i del destino de su puevlo». Primo Levi
«Ante el cantar de Itsjok Katzenelson al lector no le queda otra alternativa que detenerse turbado, respetuoso. No hay una obra comparable a ésta en toda la historia de la literatura: es la voz del muriente, entre los cientos de miles que van a morir, atrozmente consciente de su destino singular y del destino de su pueblo». Primo Levi
Itsjok Katzenelson se enfrentó cara a cara con el mal en el gueto de Varsovia el 14 de agosto de 1942. Al volver con su hijo mayor del taller en el que trabajaban, encuentran su habitación vacía. Su mujer y sus hijos menores habían sido deportados a un campo de exterminio. A la catástrofe colectiva se suma ahora la personal. En el gueto está como en trance; escribe torrencialmente noche y día y sus poemas circulan en centenares de copias que llaman a la lucidez y a la resistencia frente al gran objetivo de exterminar y no dejar rastro. Consciente de ello, impulsado por la desesperación, Katzenelson, preso ahora en un campo de internamiento en Vitell, Francia, al que había logrado huir con su hijo mayor, gracias a la ayuda del movimiento clandestino judío, compone una elegía que canta el horror. Un mes antes de su deportación a Auschwitz, donde se pierden sus huellas, Katzenelson oculta el manuscrito en tres botellas selladas y las entierra bajo las raíces retorcidas de un viejo pino, cuyas señas difunde entre sus compañeros. El 12 de septiembre de 1944 Vittel es liberado y una interna, Miriam Novich, desentierra y da a luz El canto del pueblo judío asesinado.
*Versión en judeoespaño, comúnmente conocido como ladino, un idioma hablado por las comunidades judías descendientes de hebreos llamados sefardíes. Podéis encontrar la versión en español aquí: https://herdereditorial.com/catalogo/estudios-hebraicos/el-canto-del-pueblo-judio-asesinado-9788425425769
ISBN | 9788425425875 |
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Título | El kante del puevlo djidyó atemado |
Subtítulo | El canto del pueblo Judio asesinado |
Titulo original | El canto del pueblo Judio asesinado |
Editorial | Herder Editorial |
Fecha de publicación | Mayo 2008 |
Tamaño | 12.20 cm x 19.80 cm |
Nº de páginas | 176 |
Formato del libro | Libro en rústica / tapa blanda |
Nº de edición | 1a |
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